Por
Sarah Cramer
Velázquez pintó Las Meninas en Madrid en 1656 cuando era el pintor de cámara. La
obra forma parte importante de la cultura barroca (siglo XVII-XVIII). En
aquella época, había una crisis socio-política: guerras coloniales, hambrunas,
la epidemia de la peste, impuestos altos, gran diferencias entre clases sociales
y abusos del poder por el Conde-duque de Olivares, quien fue el consejero de
rey Felipe IV. A causa de todas estas cosas, Felipe IV fue un rey muy
impopular.
En Las Meninas, Velázquez hice comentarios sobre este tema. Pintó a la
infanta Margarita (la hija de Felipe IV) con sus dos meninas y otros miembros
de la corte. Que toda esta gente atiende a sólo una niña habla de la decadencia
de la monarquía, la que todavía existía durante la crisis. El rey y su esposa
sólo se ve en el reflejo del espejo; esto es una afronta al rey por Velázquez. A
través de apenas pintar el rey, Velázquez dice que el rey es menos importante
que toda la otra gente de la corte, incluso el perro; él sólo es un reflejo de
un rey, no un rey competente. Además, Velázquez incluyó a él mismo en la
pintura, vestido de negro y pintando todo lo que ve. Esto es un intento de mostrar
que los pintores no sólo pintan sino que también usan sus mentes. Es decir que ser pintor es
trabajo importante de un intelectual.
El elemento artístico más
importante de este cuadro es la representación muy impresionante del espacio
interior de la habitación. Cuando hace unos años Salvador Dalí
visitó el Museo del Prado, donde se queda esta pintura, fue preguntado al salir por periodistas,
“¿Sí se hubiera quemado
el Prado qué se hubiera llevado usted?" Él respondió, “…el aire contenido
en Las Meninas de Velázquez, que es el aire de mejor calidad que existe.”
Obra
citada:
http://desmesura.org/nubes/salvador-dali-entrevista-con-soler-serrano
Saqué esta foto de Las Meninas cuando visité el Prado en marzo – ¡no sabía que fue ilegal!
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