Por
Sarah Cramer
En el siglo
XVII, casi 50% del población de Sevilla se murió a causa de la peste. Miguel
Mañara perdió todo su familia durante la epidemia y fue el heredero de la gran fortuna
familiar. Según leyenda, él era deprimido y un día mientras andaba por lado del
río Guadalquivir, vio a los hermanos de la Hermandad de la Santa Caridad quitando
cadáveres del río para darles digno enterramiento. Mañara decidí juntar la
Hermandad y se convirtió en el director. Construyó el Hospital de la Caridad
para quedar la gente pobre en sus últimos momentos de vida.
En la Iglesia del Hospital, Mañara
quería usar el arte para dar consejos sobre la manera en que se logra la
salvación. Entonces contrató a Murillo y Juan de Valdés Leal para pintar siete “Obras
de Misericordia,” las que impartirían sus consejos. Murillo pintó Multiplicación de los panes y los peces y
Moisés hace brotar una fuente en el
desierto con el mensaje de dar alimento y bebida a los pobres; La vuelta del hijo pródigo con el mensaje
de dar vestido a quien no lo tiene; La
curación del paralítico con el mensaje de dar cuidado a los enfermos; San Pedro y el ángel con el mensaje de visitar
a los presos en las cárceles; y Abraham y
los ángeles con el mensaje de acoger a los extranjeros. Valdés Leal pintó Exaltación de la Santa Cruz (que es
visible cuando se sale de la iglesia) con el mensaje de salir a la calle con la
misma humildad con la que Cristo entró en Jerusalén.
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