Tuve la gran oportunidad de visitar París el fin de semana pasado. Mi mejor amigo de la misma universidad en los Estados Unidos también es un estudiante en CIEE. Viajamos a París porque nunca hemos estado allí. Como amantes de la cultura, sabíamos que es una ciudad que hay que ir a durante nuestra tiempo aquí en Europa. El único malo de nuestro viaje fue el tiempo. Hacía mucho frío en París. Dijeron que había vientos fríos de Serbia que hicieron las temperaturas bajan mucho.
Lo primero fue visitar el museo del Louvre. Por supuesto, vimos las famosas obras como Mona Lisa. Sin embargo, me alegré de encontrar obras de Murillo allí.
Vi a los ángeles en la cocina. Cuando vimos este arte en clase, no me imaginé como grande es la pintura. Fue muy inmenso. Puedo ver qué tan conmovedora sería esta pintura para la gente de la época del siglo XVII. La historia era sobre el Fray Francisco que olvidaría sus tareas en la cocina. Con el éxtasis, está claro ver por qué le olvidó sus tareas. La oración y la levitación se ven mucho más agradables que sus tareas en la cocina. Como resultado por su piedad, los ángeles lo ayudan a limpiar alrededor de la cocina. Esto podría haber extendido el mensaje de error durante este tiempo– en la vida real, todavía tienes tareas que te esperan después de la oración.
También vi el nacimiento de la virgen. Esta es una imagen de apoyo a la idea de la inmaculada concepción. Creen que la virgen nació sin contacto sexual entre Ana y Joaquín. Solo se abrazaron frente a las puertas doradas de Jerusalén para concebir a la virgen María.
Por último, vi su retrato de la sagrada familia. Este retrato probablemente se inspiró de su propia familia. Era un hábito de Murillo. Él siempre modeló a su familia y a las personas que conocía. Usó sus rostros para modelar los rostros de María, Jesucristo y muchos santos.
Después del louvre, fuimos a la torre eiffel. Tuvimos un gran día en París a pesar de que era muy, muy fría.
Vi a los ángeles en la cocina. Cuando vimos este arte en clase, no me imaginé como grande es la pintura. Fue muy inmenso. Puedo ver qué tan conmovedora sería esta pintura para la gente de la época del siglo XVII. La historia era sobre el Fray Francisco que olvidaría sus tareas en la cocina. Con el éxtasis, está claro ver por qué le olvidó sus tareas. La oración y la levitación se ven mucho más agradables que sus tareas en la cocina. Como resultado por su piedad, los ángeles lo ayudan a limpiar alrededor de la cocina. Esto podría haber extendido el mensaje de error durante este tiempo– en la vida real, todavía tienes tareas que te esperan después de la oración.
También vi el nacimiento de la virgen. Esta es una imagen de apoyo a la idea de la inmaculada concepción. Creen que la virgen nació sin contacto sexual entre Ana y Joaquín. Solo se abrazaron frente a las puertas doradas de Jerusalén para concebir a la virgen María.
Por último, vi su retrato de la sagrada familia. Este retrato probablemente se inspiró de su propia familia. Era un hábito de Murillo. Él siempre modeló a su familia y a las personas que conocía. Usó sus rostros para modelar los rostros de María, Jesucristo y muchos santos.
Después del louvre, fuimos a la torre eiffel. Tuvimos un gran día en París a pesar de que era muy, muy fría.
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