Dos miércoles pasados yo fui a un espectáculo de flamenco con otros estudiantes de CIEE en un lugar se llama “La Carbonería”. El flamenco es un tipo de canto, baile, y instrumentales que se originó en el sur de España. Era una actividad cultural que yo había querido hacer desde que llegué a Sevilla. Dado que yo quise una experiencia lo más auténtico posible fui a La Carbonería, un bar de flamenco que tenía muchos nativos. A diferencia del flamenco en lugares elegantes para las turistas, La Carbonería está ubicado en un lugar muy relajado y barato. Antes del espectáculo de flamenco que empieza cada media hora, compré una tapa y una bebida para solamente €5.
El bar de flamenco era gratis para entrar y estaba lleno de gente. Aunque La Carbonería no era glamurosa como muchas lugares de flamenco, la sensación de almacén a La Carbonería tenía todo el encanto. El espectáculo de flamenco era diferente a cualquier cosa que haya visto antes. El baile fue respetado en silencio completo, los aplausos y hablar no estaban permitidos. La bailarina de flamenco llevaba traje de flamenca, un vestido largo que ella sostuvo debajo de sus rodillas para que pudiéramos ver sus pasos intrincados. Antes del baile flamenco, un hombre cantó mientras un otro hombre tocó la guitarra.
La música flamenca era extremadamente apasionada y sincera y era evidente que los tres artistas realmente conectaba con el forma de arte. La bailarina de flamenco nunca faltaba un ritmo. Sus pies estaban perfectamente al unísono al ritmo de la guitarra y de los otros aplausos de los hombres. Al final de los treinta minutos el silencio de la multitud finalmente se rompió. Mi amigo y yo estábamos tan impresionados por el espectáculo que esperábamos 30 minutos para el próximo espectáculo!
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