Este fin de semana, vi mi primera procesión religiosa. Era muy similar a las fotos que he visto por el internet de La Semana Santa, pero con menos velas. Cuando oí el ruido de la banda, para un momento tenía un poco miedo. La actitud de su música era muy depresiva y un poco terrorífica. Mi padre aquí, Alberto, me llamó para ver la procesión y su amigo Javi me dijo que lloraría. Sí, era una experiencia con mucha emoción, pero no lloré. Tenía muchas preguntas para Alberto, y aprendí que era una procesión para la hermandad que es asociado con una iglesia cerca de nuestra casa. Empezó con una banda y terminó con una banda también. Entre las dos bandas era muchas personas, llevando velas y bastones con cruces y banderas de la hermandad. Una persona estaba llevando un libro decorado con la plata. Le pregunté a Alberto cuál era, y dijo que es el libro con las reglas de la hermandad.
Pero mi parte favorita era el paso, llevado por muchos hombres debajo del paso. No sabía que los hombres realmente son debajo de una cosa tan pesada, doblados. Los hombres tomaron un descanso en mi calle, y cuando era el tiempo de empezar una vez más, un hombre les dijo eso, y con un gruñido colectivo, los hombres continuaban su viaje.
Era una experiencia muy nueva para mí. Javi estaba sorprendido que las iglesias en California no hagan cosas como eso. Dijo que Oakland no es una ciudad tan religiosa. Él dijo que eso no es una cosa religiosa, pero los hombres estaban llevando una virgen enorme. Aunque estoy un poca incomoda con otras religiones a veces, me gustó mucho y me alegra que estuviera allí.
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