El patio de los naranjeros del Salvador
Cerquísima a la Iglesia de El Salvador, hay un patio donde se puede encontrar columnas romanas, arcos musulmanes, y una iglesia católica. Titulado, "el patio de la Iglesia de El Salvador," el espacio es un lugar tranquilo y muy muy antiguo. Aunque no se sabe los arquitectos del patio, se sabe un poco de historia que nos ayuda entender mejor los factores que han influido desrollar el patio. En el siglo dos antes de Cristo, había sido un templo romano presente en el lugar de patio — hoy en día, las columnas romanas todavía están presentes. Después del imperio romano y los visigodos, los musulmanes conquistó la Península Ibérica y trajo su cultura y arquitectura. Encima del templo y raíces romanas, los musulmanes crearon un alminar, y en vez de destruir las columnas romanas, los musulmanes construyeron su alminar encima de ellas. Hoy en día, los arcos de ladrillo son el resto del alminar musulmán. Finalmente, cuando los cristianos reconquistó el territorio, construyeron una iglesia en el lugar del alminar y la mezquita de los musulmanes. En el siglo XVI la Iglesia del Salvador fue construida encima de los restos romanos, visigodos, y musulmanes. Así que, el lugar fue transformado otra vez.
Yo escogí de escribir acerca del patio de los naranjeros porque fue una de mis primeras visitas cuando llegué a Sevilla y me impactó muchísimo. El patio es una representación perfecta del arte de Sevilla. Es decir, el patio es una mezcla de siglos, de culturas, y de arte que han mezclado para crear algo precioso y algo habitable. El patio es una obra de arte muy antiguo, y además es un patio en donde la gente vive; por eso, la gente de Sevilla siempre está conectada a su arte y su cuento de la historia. De todo el arte que hemos estudiado en esta clase, creo que los artistas de Sevilla y sus obras llevan la capacidad unir a la gente diferente con una sola expresión física. El arte de Sevilla refleja algo diferente a cada persona que lo mira, incorporando cada elemento de historia y de la gente. El patio de los naranjeros refleja la esencia pura de Sevilla; su habilidad demostrar una historia larga en una manera simple y profundo y todavía dar cada representación su propio escenario.
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